Rogelio y FANG

Un apple martini y un vodka-arándano. Bueno, dos o tres en la barra del recién estrenado Moshu (sí, estábamos con más ánimos de una copita que de un café), música ligera y toda la actitud.

Así fue como disfruté desde el minuto 1 de una regeneradora velada-charla-noche de copas-reencuentro con Rogelio, amigo de toda la vida, hombre con estilo y más que eso, un inspirante diseñador que me ha logrado transportar a un mundo totalmente high-end living.

Hablamos de todo. Desde experiencias de viajes fatídicos y paradisiacos, hasta su nivel de estudios en japonés, ropa, gastronomía, amigos y las mil y un dificultades, con las tres mil y un satisfacciones que le ha dado ser emprendedor.

¿Y qué es lo que ha emprendido? Nada más y nada menos que una revista. Y una revista en condiciones, que se ha convertido en poco tiempo en la de mayor calidad en diseño, impresión, anunciantes y contenido de su tipo, que puede competir en un futuro con las de tiraje nacional. Es absolutamente verdad (no me gusta soltar halagos sin ton ni son, no).

A ver, es que reflexionándolo, no es nada fácil ser emprendedor en un país tercermundista, llenarse de toda la ilusión, la motivación...y sobre todo, la tenacidad y disciplina para ver tu proyecto en la vida real (yo misma he sido emprendedora y sé lo que implica...eso será tema de otro post).  Y ahora, después de la experiencia que él ha adquirido en diversas empresas de calzado de moda nacionales, volvió a su tierra natal para poco a poco darle vida a FANG.

FANG es una revista bimestral, gratuita (sí, increíble que así lo sea, porque repito, es de muy buena calidad) y es distribuída en distintas zonas residenciales y puntos de interés para su target.

Para mí, debo confesarlo, es siempre un motivo de emoción (casi hasta las lágrimas, ppfff, tengo un lado cursi muy agudo) ver amigos míos en las vías del éxito, ver que hayan encontrado su talento y lo saquen a relucir, que disfruten tenerlo y qué mejor, ¡que puedan vivir de él!

No tengo en la memoria la primera imagen del momento en que lo conocí. Quizás fue en un rancho de su familia, en el kinder, en algún cumpleaños infantil...no lo sé, pero lo que sí sé es que me encanta ver el hombre que es ahora, el editor en jefe de su propia revista.

¡Qué suerte he tenido en compartir con él ese y otros grandes momentos exquisitos!

Larga vida para FANG y mucho éxito para Rogelio.   :)