Parole parole parole

...parole parole parole!!

No sé, pienso en esto, en palabras y más palabras al buscar hacer una lista de propósitos de año nuevo.

Abundan los buenos propósitos, sin duda.

• Ir al gimnasio (el súper clásico).
• Dejar de fumar (afortunadamente nunca me ha gustado el tabaco, si no sería una chimenea andando, seguro).
• Ahorrar.
• Frecuentar a los amigos.
• Viajar.
• Aprender algo nuevo, desde un idioma (lo cual requiere mucha constancia, dedicación y tiempo) hasta un oficio (como orfebrería, carpintería, cocina...uf, la imaginación es el límite).
• Ser más organizado.
• Leer (algo más allá de revistas de chismes, libros de moda tipo Twilight o que descubran "grandes secretos", por favor).
• Encontrar la verdadera personalidad (¿es que aún no me conozco lo suficiente? No, no paro de conocerme, ja).
• Descubrir mi gran talento (¿seré esa actriz que Almodovar aún no lleva al estrellato?).
• .....
• .....

La lista puede seguir y seguir.

Lo que tengo claro es que, finalmente, las metas que uno se propone y verdaderamente se alcanzan son aquellas con las que uno se divierte en el trayecto, las que se disfrutan, no porque sean divertidas en sí, sino por ir descubriendo poco a poco la satisfacción de los buenos resultados.

En fin, para mí, el gran propósito será...mmm...mmm...mejor me lo guardo para mi fuero interior, con el único afán de disfrutarlo para mí solita y en el transcurso del año, seguir compartiendo algo de ello, sin que se sepa que cumplo (o no) ese gran propósito. He dicho (lo que haya dicho, ja).

Eso. ¡A vivir la vida que son dos días!