Milano (terza parte)

Vuelvo pues, buscando la inspiración puesta en el post que ya había escrito sobre la tercera parte del viaje a Milán que no sé cómo desapareció (me refiero al post, no a la inspiración).

Retomo esa odisea.

Después del primer día de viaje, donde conocimos el Duomo, la Galleria Vittorio Emanuele y cenar delicioso en el Victoria Café la siguiente jornada pintaba de lo mejor. Y así fue. El recorrido empezó en coche, específicamente en un Smart, para reconocer la ciudad de forma más rápida y perdernos en las estrechas calles. Encontramos un sitio donde dejar el coche, tomamos un rico desayuno (cappuccino + corneto) y de ahí, a caminar sin parar.

Después de vagar un rato, ver tiendas (vintage geniales, aunque sigo prefiriendo las de París) e intentar tomar el tram (absolutamente fallido, cero cordiales los chóferes con los visitantes), era la hora de conocer los lugares recomendados por Gaia Repossi, a través de una entrevista que leí hace un tiempo. Para mí, este es el lado de "habitante" que hace falta conocer en una visita.

Así pues, la primera parada fue el Fioraio Bianchi Caffè (denle click al enlace, para que vean el concepto). Un lugar romántico, con un aire rústico y de novela rosa. Precioso. No forma parte del típico andar turístico, así que no es tan sencillo encontrarlo, pero vale la pena la caminata. Eran las 4 de la tarde, por lo que ya no había nada en forma para comer, pero sí unos pequeños bocadillos que nos supieron a gloria. 

Entre los muebles y la vajilla retro, las flores rosas, lilas, blancas (que por cierto, están a la venta) y la música de fondo, me sentía en una novela rosa, muy rosa. Encantada de conocer este bello lugar con historia (40 años de existencia). Seguramente, si viviera en Milán, sería uno de mis sitios favoritos, de esos acogedores donde se disfruta de una charla interminable con un rico capuchino o un buen libro como compañía...

Y de ahí, aprovechando al máximo cada minuto, la siguiente parada fue el espléndido 10 Corso Como, un monumento al estilo, la decoración y el arte. Detrás de una puerta más bien discreta se encuentra un antiguo garage donde ahora hay una tienda, galería, librería, café-restaurante y hasta un hotel de 3 habitaciones. Es equivalente a Colette en París, con sólo 3 sucursales en el mundo: Milán, Tokio y Seúl.

La zona de ropa y accesorios es para transportarse a los desfiles de la altura de Alexander McQueen (ya se imaginarán los precios) y Giambatista Valli, perfumes poco comerciales como el Black Orchid de Tom Ford, accesorios de diseñadores italianos (tanto para la cocina como para cualquier capricho) y demás curiosidades y gadgets accesibles a escasos bolsillos.

La decoración en una atracción en sí misma...

...y el simple hecho de estar ahí, transporta al "cosmos" del diseño vanguardista (¿existe tal? Pues es este).

Tantas piezas tan fascinantes y ciertamente que dejan sin aliento hasta al más exigente, me provocaron un calor tal que decidimos aprovechar el jardín y tomar algo rodeados de plantas de todas las temporadas.

Es un concepto perteneciente a Carla Sozzani, hermana de Franca Sozzani, directora de Vogue Italia. El nombre de la empresa se encuentra en el mismo logo, diseñado por el artista americano Kris Ruhs. Un símbolo en blanco y negro presente en todas las tiendas.

Y como no podía salir con las manos vacías, me hice de un bolso de tela con el logotipo, lindísimo, envuelto y entregado en una bolsa que es un regalo en sí misma.

Hasta aquí, la jornada había valido toda la pena.

Lugares recomendables, inusuales y con ese toque italiano que tanto fascina a propios y extraños.

Tomen nota:

Fioraio Bianchi Caffè
Via Montebello, 7 20121 Milano

Tel. 02 29014390

10 Corso Como

En la calle del mismo nombre.

Y aún me queda mucho por contarles...habrá un cuarto post de más sitios súper recomendables.

¿Qué les parece?

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I'm back, looking for that inspiration I put in the post that I've had already written about my trip to Milan; I do not know how, but it disappeared (I mean the post, not the inspiration).

I return to this ordeal.

After the first day of travel, where we met the Duomo, the Galleria Vittorio Emanuele and had dinner at the Victoria Coffee, the next day seemed wonderful. And it was. The tour started driving, specifically a Smart, to recognize quickly the city and get lost in the narrow streets. We found a place to park the car, take a good breakfast (cappuccino + cornetto) and from there, walk without stopping.

After wandering for a while, watching some stores (cool vintage ones, but I still like those in Paris) and trying to take the tram (absolutely failed, zero friendly drivers with visitors), it was time to know the places recommended by Gaia Repossi, thanks an interview about her I read a while ago. To me, this is the side of "inhabitant" that everyone needs to know while visiting any place.

Thus, the first stop was the Fioraio Bianchi Caffè (click the link, to see the concept). A romantic place, with a rustic and dreamer charm. Beautiful. Not part of the typical tourist ride, so it's not so easy to find, but worth the walk. It was about 4 pm, so there was nothing fit to eat, but a few small snacks that tasted like glory.

Among the furniture and retro tableware, roses, lilies and white flowers (which, incidentally, are on sale) and the background music, I felt I was in a romance novel, a very pink one. Nice to know this beautiful place with history (40 years). Surely, if I lived in Milan, I'm sure it would be one of my favorite places, a cozy place where to enjoy an endless conversation with a rich cappuccino or a good book as a company...

And from there, making the most of every minute, the next stop was the magnificent 10 Corso Como, a monument to style, decor and art. Behind a rather discreet door is an old garage where there is now a shop, gallery, bookshop, café-restaurant and even a 3 rooms hotel. Is equivalent to Colette in Paris, with only 3 branches in the world: Milan, Tokyo and Seoul.

The clothing and accessories area transports to Alexander McQueen and GiambattistaValli fashion parades (you can imagine the prices) and exclusive perfumes likeTom Ford Black Orchid, Italian designer accessories (both for the kitchen for any whim) and other curiosities and gadgets accessible to few pockets.

The decor in itself an attraction... and just being there, transports to the "cosmos" of the avant- garde design (is there such? If it exists, it is this).

All those fascinating pieces and certainly breathtaking even for the most demanding, caused me such a heat that we decided to use the garden and drink surrounded by plants from all seasons.

The name of the company is in the same logo, designed by American artist Kris Ruhs. A black and white symbol represented in all stores.

And I could not leave empty handed, so I bought a cloth bag with the logo, very pretty, wrapped and delivered in a bag that is a gift in itself.

So far the journey had been worth it.

Recommended and unusual places, with that Italian touch that fascinates locals and strangers.

Please take note.

And I still have much to tell... so I will post a fourth one about recommended super places. Stay tuned.