Mangiare bene!!

Continuando con el tema del protocolo, quisiera hablar de la comida italiana, básicamente porque hace un año visité Puglia, el "tacón" de Italia y lo disfruté tanto, que bueno ¡¡recordar es volver a vivir!! He aquí este botón para muestra. Espectacular.

Además, en estos días un muy buen amigo mío ha tenido un antojo de pasta que no ha podido satisfacer. Así que por lo pronto, le dedico este post. Prometo que le cocinaré esa pasta que quiere.

Pero sobre todo, por cuestión práctica, me parece que vale la pena hablar de este tipo de comida porque es de las más comunes en el mundo. Respeto a los italianos por lo bien que han sabido vender su gastronomía en todos lados. En casi cualquier lugar se puede encontrar un restaurante italiano, desde
el más chic y sofisticado hasta el más rústico y casero, ¿no es así? La pasta y la pizza son muy populares. Pues bien, entremos en tema.

Para empezar, la pasta debe estar cocinada al dente, es decir, ligeramente cruda por dentro. Recuerdo a mi amiga italiana cocinar pasta. Odiaba que le quedara demasiado cocida. Y creo que eso aplica para todos sus compatriotas.



Ahora bien, para mí, no hay cosa que me resulte más molesta en cuanto a la pasta larga que ver que la partan con cuchillo y tenedor. Los italianos no cortan el espagheti. Es como si se intentaran cortar los tacos con cuchillo y tenedor, jamás lo haría un mexicano. La manera correcta de hacerlo es enrollando unas cuantas tiras con el tenedor. Tampoco se utiliza la cuchara. Y aunque parezca romántico, muy al estilo de la película de Disney "La dama y el vagabundo", no se succionan.

Si uno está en un restaurante y de plano no se está en confianza como para "cometer errores", es mejor pedir una pasta corta, tipo fusilli, rigatoni, penne o cualquiera de las rellenas, como los ravioles, canelones o la lasaña.

Igualmente, en un restaurante, si se pide pizza, es mucho más práctico partirla con cuchillo y tenedor, sobre todo por el riesgo de que se caigan los ingredientes. Si es un plan informal, se puede comer con la mano.

Y mis platillos favoritos, el carpaccio y el risotto (se me hace agua la boca de pensarlo). El primero está hecho a base de delgadas láminas de carne cruda, aceite de oliva y queso parmesano. Es ideal como entrada, ya que es muy ligero y delicioso. El segundo es el platillo hecho con arroz, muy distinto al mexicano, por ejemplo. El risotto tiene una consistencia ligeramente caldosa, cremosa y es muy recomendable pedirlo, pero únicamente si se sabe que el restaurante es bueno, porque si no puede ser un fiasco.




Y mi postre favorito, ¡¡¡¡¡el tiramisú!!!!!


Es frío, a base de capas, con el café como base, queso Marcarpone (o cualquier queso fresco), espolvoreado con cacao en polvo. Es más bien un postre moderno, no tradicional. ¿Y cómo se come, aparte de hacerlo con mucho entusiasmo? Con la cuchara. Y sin prisas, para disfrutarlo.

Bueno, después de hablar de todo esto, espero que sea pronto esa cena con mi amigo...