Intentar o no intentar...


Intentar o no intentar. A veces esa es la cuestión.

Muchas veces tenemos ganas de hacer algo en la vida y lo vamos postergando por decidia, miedo, pereza, distracción o una mezcla de todas las anteriores. Sin embargo, una vez que nos ponemos a ello y llegamos lo más lejos posible, la satisfacción es inmensa.

Sí. Y es que hoy estoy cerrando un ciclo que parecía no tener fin porque no le había dado realmente un inicio. Que cómo es eso, se preguntarán algunos. Pues bien, les cuento.

¿No han sentido alguna vez  una "espinita clavada" en su subconsciente que los lleva a preguntarse una y otra vez qué hubiera pasado si...? Eso me pasaba a mí con un tema específico de mi vida profesional, hasta que el año pasado, por un conjunto de causalidades, decidí emprender un nuevo proceso: entrar a un concurso de ingreso al tema que me atraía, pero del cual no soy profesional, sino interesada.

Para no hacer la historia larga, después de más de un año de participar en él, de estudiar sobre el tema, de involucrarme más en esa área y aprobar todas las etapas, hoy han publicado los resultados de la última, la que da acceso a la etapa final. No aparezco en la lista. 

¿Tristeza, decepción, lágrimas? No, nada de eso. A pesar de que era un tema que me atrajo durante muchos años, el no aparecer en la lista final de los aceptados no me genera sentimientos de frustración, porque la mera posibilidad de acercarme a esa meta me hizo reflexionar en las implicaciones reales del "después", del sí aprobar.

Alguna vez leí que el conocer más de cerca un personaje, unas circunstancias o un hecho que pudiera parecer idealizado, forzosamente hace verlo con ojos menos ilusos y más severos. Comunmente se diría que se pierde el encanto. Simplemente yo diría que se ve la realidad tal cual es. Así, el casi haber estado "del otro lado", en una inevitable reflexión previa, me hizo darme cuenta que muy posiblemente no era lo que yo había imaginado. 

Hoy que conozco los resultados, lejos de sentimientos pesarosos, siento una gran satisfacción por haber llegado casi al final sin ser profesional en el área, por haberme decidido a vivirlo, por no quedarme con la duda del "hubiera", por probarme a mí misma y sobre todo, porque he salido fortalecida del proceso. 

Esa espinita clavada me la he sacado. Y hoy, cierro ese capítulo e inicio uno nuevo, con más energía y decisión para no quedarme con las ganas de intentar nuevos retos.

Como dijo Oprah Winfrey: "Soy una mujer en proceso. Simplemente lo estoy intentado como todos los demás. Trato de tomar cada conflicto, cada experiencia y aprender de ello. La vida nunca es aburrida."

¿Qué opinan ustedes? ¿Intentar o no intentar? 

¡Buen miércoles a todos!



P.D. La foto la tomé durante un vuelo. Me encantó el contraste de los colores, la luz y la luna presente.

Comentarios

  1. Lucy,intentar definitivamente!!!!!

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  2. inspiras muchísimo con tu narración.seguro vendrán cosas muy buenas para ti,guapa.gracias por compartir esa experiencia porque definitivamente hay que intentar hacer las cosas.

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    1. Adrián, muchas gracias por tus palabras.
      Sí, cada vez más considero que no hay que quedarnos con las ganas de hacer algo.

      ¡Saludos!

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  3. Intentar. No hay nada peor que quedarse con una pila de dudas.

    Saludos ;)

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    1. Kareen,

      Coincido contigo. Y es que el tiempo pasa y la duda nos la quitaremos simplemente si ponemos un poco de acción en el tema.

      Gracias por pasarte por aquí y dejarnos un comentario.

      ¡Saludos! :)

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